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BALSA SALVAVIDAS, COMO UTILIZARLA, SU ESTIBA
La balsa salvavidas es uno de esos elementos que deseamos no tener que llegar a utilizar nunca pero que será imprescindible, llegado el caso de hundimiento o incendio en nuestro barco.
LA DECISIÓN DE LANZAR LA BALSA
Recordamos que la regla de oro de la navegación es que solo abandonaremos el barco cuando ofrezca menos garantías de seguridad que cualquier otro medio y nunca lo abandonaremos sin haber enviado un mensaje de socorro, asegurándonos de que los servicios de búsqueda y rescate conozcan nuestra posición. Por lo tanto, si no es absolutamente necesario, nunca dejaremos la embarcación, ya que es más seguro permanecer en ella que en una pequeña balsa que se ve amenazada por el oleaje y el viento. El último recurso será abandonar el barco. Muchos casos de barcos abandonados aparecieron después flotando solos en buenas condiciones.
ESTIBA DE LA BALSA SALVAVIDAS
Es crucial establecer la ubicación de la balsa salvavidas, ya que es seguro que si se necesita utilizarla, las condiciones del mar no serán favorables y será necesaria en caso de incendio o hundimiento por colisión. Tenemos que tener en cuenta que una balsa salvavidas para un barco de crucero es un objeto muy pesado que deberá ser movido por dos personas. Si decidimos guardarla en el fondo de un cofre si es de bolsa, nos resultará difícil sacarla cuando la necesitemos usar. Un lugar mejor para ponerla sería construyendo un soporte específico fuera del balcón de popa. Esto lo hará fácil y rápido y no ocupará espacio. Se puede instalar sobre el suelo de la bañera si nuestro barco es bastante grande, especialmente si la bañera está abierta por la popa, como es el caso de los barcos de regata.
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Las balsas de contenedor rígido tendrán un fácil y rápido acceso sobre la cubierta, la plataforma de baño, el tambucho o cualquier otra plataforma construida para ella. En este caso, la fijación ideal es un soporte de cuñas ajustado al tamaño de la balsa con correas para que se pueda liberar fácilmente. Evite el uso de candados.
ABANDONO DEL BARCO
Siempre aseguraremos de que la balsa salvavidas esté bien unida a la embarcación por el cabo de la balsa antes de lanzarla al mar. La balsa se lanzará al agua por el lado de sotavento cuando el patrón decida que es el momento y no se debe esperar más. Esto la protegerá del viento y las olas y evitará que se arraste hacia la embarcación. Debemos asegurarnos de que el lugar donde echamos la balsa no tenga ningún objeto, como trozos de mástil en caso de rotura o cables que puedan dañar la balsa.
Para que el cabo percutor de la botella de CO2 se active y comience an inflarse, le daremos un fuerte tirón. Podemos intentar darle la vuelta desde la embarcación para evitar que se infle invertida desde el agua. Es posible que la diferencia entre mantenerse seco o mojado dentro de una balsa salvavidas sea muy importante.
Para evitar caernos al agua, acercamos la balsa al barco. Iremos a ella manteniendo la calma y ordenadamente. Para darle estabilidad, la persona más pesada debe ocupar la balsa en primer lugar. Esta ayudará al resto de tripulantes a subir desde la balsa y embarcar el material necesario.
MATERIAL A EMBARCAR
Antes de entrar en la balsa salvavidas, debemos estar preparados con los chalecos salvavidas, activar la radiobaliza de la embarcación y, si tenemos, llevar un GPS y una radio portátil con nosotros.
Prepararemos una bolsa con todo lo que pueda ser útil para nosotros. Todos los elementos necesarios para la pesca, linternas, pilas, ropa de abrigo, cartas náuticas de la región, crema solar, gafas de sol, cuchillo, caja de cohetes, bengalas y botes de humo serán incluidos. Para que los tanques de agua puedan flotar, deben estar llenos 2/3 de su capacidad antes de embarcarlos.
Debemos ser obligados a tomar pastillas para combatir el mareo, ya que es sencillo marearse en un pequeño bote salvavidas y debemos evitar la deshidratación que los vómitos pueden causar.
UNA VEZ DENTRO
Una vez que toda la tripulación esté dentro de la balsa, cortaremos el cabo que nos conecta con la embarcación con un cuchillo.
Verificaremos que la balsa está bien hinchada, y si es necesario, usaremos un inflador para proporcionar la presión y consistencia requeridas. Achicaremos y secaremos el interior con cuidado.
Instalar el ancla de capa es otra prioridad importante. Debe amarrarse en la parte contraria a la entrada para que la balsa se oriente al mar y al viento pero nos mantenga protegidos. El uso de un ancla de capa mejorará la navegabilidad y la comodidad de la balsa al disminuir el abatimiento y la deriva. La balsa salvavidas será más estable si colocamos a los tripulantes más pesados a barlovento o en el lado donde está amarrado el ancla de capa.
¿QUÉ TAMAÑO DEBE TENER LA BALSA?
La capacidad de la balsa debe ser suficiente para albergar el 100% de la tripulación. Por tanto la balsa salvavidas debe estar en relación con el número de personas para el cual el barco está homologado. Si normalmente se navega con poca tripulación es más conveniente disponer de dos balsas pequeñas que de una grande ya que las pequeñas son más ligeras y fáciles de manejar. Un barco para ocho personas que normalmente es tripulado por dos o cuatro personas debería de llevar dos balsas salvavidas de cuatro personas cada una, aunque esta opción sale económicamente bastante más caro.
Las balsas salvavidas son obligatorias para las zonas de navegación 1, 2 y 3 y deberán ser revisadas anualmente por una estación de servicio autorizada por la administración.
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LEGISLACIÓN ESPAÑOLA
1. Todas las embarcaciones que naveguen dentro de las Zonas de Navegación 1, 2 y 3, deberán llevar una o varias balsas salvavidas para el total de las personas permitidas a bordo. Las características de la/s balsas/s (marca, modelo, número de serie, número de personas) deberán indicarse en el Certificado de Navegabilidad.
2. Las balsas serán revisadas anualmente, debiendo realizarse la primera revisión al año de la entrada en servicio de la balsa, y, en todo caso, antes de los dos años a contar desde la fecha de fabricación. Las balsas serán revisadas en una Estación de servicio autorizada por la Administración y según procedimientos e instrucciones del fabricante. La prueba hidráulica de los cilindros de inflado se realizará al menos cada cinco años, a contar desde la fecha de fabricación. En cualquier caso, se realizará dicha prueba antes de cada recarga después del uso o cuando se aprecie, después de cada revisión anual, una pérdida de peso de gas mayor del 5% ó de 250 gr si este valor es menor. Cada seis años desde la fabricación, la balsa será sometida a una prueba de sobrepresión del 25% de la presión de servicio indicada por el fabricante, durante 30 minutos, seguida de una prueba de mantenimiento de seis horas a la presión de servicio, al término de la cual, la caída de presión no debe ser superior al 30%. En cualquier caso, si, durante una revisión anual, se observa un especial deterioro de la balsa, se procederá, una vez informado el propietario, a realizar la prueba de sobrepresión indicada. Si el propietario no presta su conformidad a la realización de esta prueba, no se le extenderá el correspondiente Certificado de navegabilidad.
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3. Las balsas podrán ser de los siguientes tipos:
a) SOLAS, homologada por la Dirección General de la Marina Mercante.
b) SOLAS, homologada por un organismo notificado con la marca de rueda de timón, de acuerdo con lo dispuesto en el Real Decreto 809/1999, de 14 de mayo, por el que se regulan los requisitos que deben reunir los equipos marinos destinados a ser embarcados en los buques.
c) NO SOLAS, por no cumplir alguno de los requisitos SOLAS, siempre que sean homologadas por la Dirección General de la Marina Mercante, por considerarlas equivalentes y aptas para la navegación en las Zonas 1, 2 y 3.
d) ISO 9650 u otra normativa existente, siempre que sean homologadas por la Dirección General de la Marina Mercante, por considerarlas aptas para la navegación en las Zonas 2 y 3. Las balsas asignadas a una embarcación ya matriculada con anterioridad a la entrada en vigor de esta Orden y que así conste en su Certificado de Navegabilidad, podrán permanecer a bordo de dicha embarcación, aunque no cumplan con alguno de los requisitos anteriores, siempre y cuando estén en buen estado y hayan pasado las revisiones preceptivas. El paquete de emergencia será el correspondiente a su Zona de navegación, según se establece en el apartado siguiente. En cualquier caso, dichas balsas no se podrán instalar a bordo de otra embarcación.
4. Las balsas SOLAS o equivalentes, en navegaciones en Zona 1, llevarán un paquete de emergencia tipo A de SOLAS. Las balsas en navegaciones en Zonas 2 y 3, llevarán un paquete de emergencia tipo B de SOLAS.
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